sábado, 19 de junio de 2010

E BOOK / ADRÉS NEUMANN

Opiniones póstumas sobre el 'e-book'

ANDRÉS NEUMAN
BABELIA-EL PAÍS
19/06/2010


(El popular novelista austronorteamericano responde a una entrevista sobre el libro electrónico, horas antes de lanzarse por la ventana y caer mortalmente sobre un camión de basura en Rockford, Illinois).

PERIODISTA. ¿Cuál es el futuro literario del formato electrónico?

EDGAR FRANZ MILTON. Me importa un carajo el formato. Yo me ocupo de los contenidos. Pienso en mis personajes. Como sigamos perdiendo el tiempo con este asunto, pronto no nos quedará una sola buena historia que descargar en esos putos aparatos.

P. ¿Pero no tienen ventajas? ¿No son más prácticos para viajar?

EFM. Hay que ser imbécil para viajar con libros. Un viaje ya es un libro. Y leer es un viaje.

P. ¿Y qué hay de la posibilidad de que el libro electrónico funde nuevas formas de escritura?

EFM. Acuérdese de la escuela, joven, si es que la aprobó. ¿Usted cree que la imprenta inventó a los escritores del siglo 15? No. Esos escritores propiciaron la imprenta. Ahora igual. Las formas de lectura y escritura de todo el siglo 20 han permitido la invención de Internet. Así que nada nuevo. Excepto para usted, que tendrá que volver a la escuela. Haga algún curso online.

P. Bien. ¿Consideraría justo aumentar el 10% de derechos de autor hasta un 25%?

EFM. Consideraría justo que la gente dedicase un 25% de su tiempo libre a leer. Para lo demás ya están las calculadoras. Y los impotentes como usted.

P. Ejem, prosigamos. ¿Está a favor de las descargas gratis?

EFM. Si son sobre su cara, sí. Yo no quiero libros gratis. Quiero comida gratis, zapatos gratis, coches gratis, teléfonos gratis, aspirinas gratis, whisky gratis. Sobre todo whisky.

P. ¿Y de la piratería con fines de lucro?

EFM. Ya tengo editorial, gracias.

P. Por eso mismo, ¿le parece lógico que las editoriales ganen mucho más que sus autores?

EFM. Las editoriales no ganan mucho más que los autores. Y suelen perder mucho más que los autores. Pregúnteme mejor por las distribuidoras.

P. Ok, ¿qué opina de las distribuidoras?

EFM. Eso no es asunto suyo. Es broma. Las distribuidoras son el eslabón inútil. Por eso caerán primero. Con las librerías pasa lo contrario.

P. ¿O sea?

EFM. O sea que usted está incapacitado para la deducción. O le gusta el whisky casi tanto como a mí. Las librerías son el eslabón más útil. Incluido el escritor. Quiero decir que los lectores las necesitan más que a nosotros. Los autores somos demasiados, las librerías muy pocas. Por eso Internet las salvará primero.

P. ¿Cómo? ¿Internet salvará a las librerías?

EFM. Definitivamente sí: usted bebe a deshora. Internet no sólo difunde libros electrónicos. Maldita sea. También sirve para localizar y comprar libros impresos. Estemos donde estemos.

P. Al menos no me negará que el libro electrónico acaba con el problema del peso.

EFM. Ese problema también lo tiene su madre. Y no se queja tanto. El peso es parte de lo real. La literatura es real. Lo virtual también. La vida pesa. Sólo la muerte es ingrávida.

P. Mejor terminemos. ¿Llegará el día en que leer una novela digital sea tan agradable y cómodo como leer una novela impresa?

EFM. Leer una novela no es cómodo ni agradable. Todo lo contrario. Debe ser algo incómodo. Y un poco terrible. Igual que ser su esposa. Buenas tardes.

Andrés Neuman (Buenos Aires, 1977) ha publicado recientemente el libro Cómo viajar sin ver (Alfaguara. Madrid, 2010)

viernes, 18 de junio de 2010

LIBRANDA / BERNAR FREIRÍA

Libranda
Publicado por Bernar Freiría

Hay partos que vienen de nalgas y ya es difícil corregir el rumbo de la criatura, que adquiere la querencia a ir de culo toda su vida. Ha nacido Libranda, una plataforma de libros digitales creada por un grupo de editoriales, entre las que se encuentran varias de las grandes. El nombre no puede ser menos eufónico. “Este finde estoy de libranda y voy a darme un garbeo por la playa”. O, “¿ como andas de librandas en el curro?”. También, “creo que me voy a tomar el bocata en la libranda de mediodía. Y así.

Las editoriales creadoras de Libranda no van a vender directamente en su plataforma, van a ofrecer sus fondos a las librerías para que ellas mismas creen su rinconcito virtual. Huele a miedo. No quieren prescindir de los libreros -que estrictamente no son necesarios en este negocio virtual-, quieren darles cacho a ganar. No se les vayan a cabrear y no les pongan sus libros -los de las editoriales de Libranda- en sus mesas de novedades. Y, de momento -dicen-, la venta de libros virtuales es una pequeña fracción de la venta total de libros. ¿Y cómo coño lo saben si hasta ahora no hay apenas oferta de libros electrónicos? Sin embargo hay un dato, en España se han vendido unos 50.000 dispositivos de lectura para libros electrónicos. ¿Es que en España hay más de 50.000 personas que lean -personas que lean: redundancia, diría mi querida Carmen Ballesta-? Si probasen a poner un amplio catálogo de libros electrónicos a la venta se podría saber con más precisión qué parte del negocio pueden representar.

Y, además, el precio. Dicen que será entre un 20 y un 30% más barato que el libro en papel. Ya estamos matando la gallina de los huevos de oro. Vamos a ver, evitamos papel, impresión, distribución física -con furgonetas, combustible y tal-, algún que otro intermediario y resulta que sólo ahorramos un 30%. Algo no me cuadra. Así no vamos a ningún lado. Miren que los piratas son mucho más decididos y ya han puesto un catálogo bastante amplio en las terminales de descarga gratuita y que como no se espabilen, señores de Libranda van a llegar tarde, mal y nunca. Tenemos el precedente de la música. Quedan avisados.

LIBROS / MIGUEL ANXO MURADO




ESCRITO EN CAFETERÍAS / LIBROS / MIGUEL ANXO MURADO
LA VOZ DE GALICIA
Viernes 18 de junio de 2010


Hai pouco, estaba eu vendo unha exposición do pintor Barceló en Madrid. O amigo que me acompañaba fíxome notar que na maior parte dos cadros víanse libros. Pensouno un momento e enunciou unha teoría: «Isto é porque o libro está a piques de se converter nun anacronismo». E a partir de aí botoume a clásica homilía da morte do libro por causa de Internet e os libros electrónicos. Levaba un anaco de prédica cando fun eu quen lle chamou a atención sobre outra cousa: que iso mesmo se dicía dos cadros hai sesenta anos, e aí estabamos nós mirando para eles.

Lembrábame disto o outro día mentres escoitaba aos impulsores dunha plataforma que pretende vender libros electrónicos en España. Tamén eles falaban dun futuro sen libros de papel, pero de tanto falar do que vai pasar esquecíaselles observar un pouco o que está a pasar realmente. Os soportes de libros dixitais, que ían ser o agasallo estrela do pasado Nadal, están aborrecidos nos escaparates dos grandes almacéns, con cara de desempregados de longa duración.

Na Feira do Libro en Madrid e en Frankfurt, onde tamén se dicía que ían triunfar, non se lles viu o pelo, xa por terceiro ano consecutivo; e o xigante de Internet Amazon non para de perder cartos a esgalla co seu trebello de ler. Agora mesmo, os libros electrónicos non supoñen máis dun 3% do mercado do libro en Estados Unidos e menos do 2% en España. Por iso, o que nos dan normalmente son as porcentaxes de crecemento respecto ao ano anterior, que son altas xustamente porque se parte de moi abaixo. Conclusión: redóbrase a publicidade, cun resultado ambiguo: A xente cre o que lle din, mais non compra.

E os gurús da comunicación, que como todos os sacerdotes non soportan que a realidade desminta as súas profecías, din unha e outra vez que o que pasa é que a xente ten «resistencia ao cambio». Mais non explican por que non a teñen para os teléfonos móbiles ou os ordenadores. A idea máis simple, que as tecnoloxías teñen éxito cando a xente as encontra útiles e non só porque sexan novas, non se lles pasa pola cabeza.

Mesmo na presentación desta plataforma de libros dixitais podíase percibir, baixo os clixés, o derrotismo que empeza a estenderse. «Non esperamos que sexa rendible», dicía un, inxenuo. E mentres, os asistentes, cos móbiles apagados, tomaban notas con bolígrafos bic en cadernos de espiral e folios. Mentres chega o futuro, é o máis cómodo.

miércoles, 16 de junio de 2010

CUSTODIA COMPARTIDA / M SANAHUJA

Mujeres, trabajo y custodia compartida
MARÍA SANAHUJA
EL PAÍS 16/06/2010

Por qué se está cometiendo la penúltima gran estafa a las mujeres en su nombre? Si la mayoría convenimos que la primera condición para avanzar hacia la igualdad de derechos es la independencia económica; si la gran conquista en los últimos 30 años en España ha sido acceder masivamente a la formación, que nos tenían vedada, y al mercado de trabajo; si las mujeres hemos realizado una gran revolución silenciosa, como ha sido retrasar la maternidad en 10 años, y reducir drásticamente el número de hijos, como única posibilidad para ir ocupando espacios, por derecho propio, como ciudadanas de primera; si nos hemos ido alejando del modelo de la caverna, en que el reparto de funciones venía irremediablemente marcado por la dedicación de unos a la caza y la guerra, y otras a la reproducción, ¿por qué ese empeño en los últimos años en querer recluirnos nuevamente en el hogar, al cuidado en exclusiva de los hijos?, ¿por qué el feminismo mayoritario se muestra feroz con la custodia compartida de los hijos, si al tiempo asume que la única posibilidad de las mujeres, trabajadoras y madres, de tener espacios personales y profesionales es dejar de cargar en solitario con su cuidado y educación?


Es una estafa pedir en nombre del feminismo que solo las mujeres asuman el cuidado de los hijos
Somos una especie animal que, con los avances técnicos, ha podido modificar los roles que la naturaleza ha impuesto para la supervivencia y la reproducción, pues los riesgos de extinción nos vienen de otros peligros. Las encargadas en exclusiva de la reproducción, al tiempo que responsables de ancianos, enfermos y hombres, hemos ido adquiriendo otros roles y ocupando espacios de poder y decisión, al menos en los países mejor situados económicamente, pese a la brutal presión social y las tremendas discriminaciones. ¿Cómo vamos a permitir que tanto esfuerzo personal y colectivo se vea amenazado por corrientes de opinión que pretenden imponer nuevamente esta carga a las mujeres? ¿Cómo vamos a asumir en solitario la difícil y durísima tarea de cuidar de unos hijos en unas sociedades complejas que exigen unas generaciones con un elevado nivel de formación técnica y personal, al tiempo que trabajamos fuera?

Lo que proponen esos grupos de presión es apoderar a las mujeres practicando una inicial expoliación al padre de sus hijos, pues apropiándose de estos se consigue de inmediato todo el pack (hijos, vivienda, pensión). Pero ese es un regalo envenenado para nosotras por varias razones. Dedicarnos en solitario a la educación y cuidado de los hijos limita brutalmente nuestro desarrollo profesional, relegándonos a niveles que no exigen tanta dedicación, lo cual irremediablemente se traduce en salarios menores. Si ejercemos nuestra función como educadoras con responsabilidad corremos el riesgo de ser las únicas malvadas que imponen hábitos y obligaciones, y si lo hacemos de modo irresponsable nos encontramos en poco tiempo con unos hijos asilvestrados e intolerantes a la más mínima frustración, que no dudan en acudir a la violencia, física o psíquica si no ven colmados sus crecientes deseos. Cuando los pequeños monstruos se emancipan, el propietario de la mitad de la vivienda de la que fue expulsado no duda en reclamarla, ya que en muchas ocasiones se vio obligado a regresar a su hogar materno, y en ese momento, cuando las mujeres tienen edades que rondan los 60 años, con escasos ingresos, no pueden adquirir la mitad de la vivienda, con riesgo de ser expulsadas.

El final del expolio inicial puede ser el que las mujeres se queden sin nada: sin profesión, porque no nos hemos dedicado a ella; sin espacios personales, al no disponer de tiempo, fuente de desequilibrios y frustraciones; sin casa; y sin unos hijos que, además, pueden formular serios reproches culpabilizando a las madres del alejamiento paterno, lo cual es fuente de conflicto y sufrimiento, al haberse quedado huérfanos con padres vivos, con un duelo que no se acaba.

El modelo que se propone con la custodia compartida es que en aquellos supuestos, minoritarios pero crecientes, en los que el padre quiere participar en la corresponsabilidad tantas veces exigida a los hombres, no solo no deben ponerse obstáculos, sino que se debe favorecer. Eso es lo mejor para los hijos, pues tienen unos progenitores que, cada uno según su criterio, hacen carreras de relevo en su agotador cuidado, y son educados en la pluralidad y en el respeto a las diferentes maneras de leer el mundo, completadas sin duda con la escuela, los amigos, las familias amplias, con Internet y la televisión. La custodia compartida no libera al progenitor con más ingresos de hacerse cargo de la mayor parte de los gastos. Por el contrario, potencia la voluntad de contribuir más porque se mantiene el contacto y afecto con los hijos, y aleja la tentación de aparentar inexistentes insolvencias, en un país con un importante nivel de economía sumergida y ahora en crisis.

A los hijos no se les puede imponer un modelo monoparental que les perjudica, cuando tienen padre y madre que quieren y pueden responsabilizarse de ellos. Y es precisa una jurisdicción especializada en familia, tantas veces reclamada, que de un modo eficaz intervenga y haga difícil la utilización de los hijos como armas en unos conflictos de los que siempre deben ser alejados si queremos construir una sociedad en igualdad, paz y progreso.

María Sanahuja Buenaventura, magistrada de la Audiencia Provincial de Barcelona, es miembro de Jueces para la Democracia y de Otras Voces Feministas.

domingo, 13 de junio de 2010

Violencia y género: el dolor que nunca cesa

Violencia y género: el dolor que nunca cesa
José Luís Barreiro
La Voz de Galicia
Jueves 10 de junio de 2010


A Bibiana Aído no le queda más remedio que insistir en que tenemos la mejor ley integral contra la violencia machista, y que cualquier rectificación en el modelo sería una catástrofe. Pero los cuatro años transcurridos desde que la ley se aprobó se empeñan en decir lo contrario, y que, mientras las mujeres siguen muriendo con implacable cadencia, los efectos derivados de la tosquedad procesal con la que se trata la violencia doméstica obligan a cuestionarse hasta qué punto es sostenible y positivo el extremismo discriminatorio que rige en esta materia.

Contradecir el tópico discurso que sirve de ungüento para tan dolorosa quemadura sigue siendo imposible. Porque, al igual que en tantas otras cosas, se ha llegado a la conclusión de que discutir es justificar, que los argumentos contra ciertos dogmas son un incentivo para el maltratador, y que, frente a un tema de tanta envergadura, quiebra cualquier debate sobre las garantías judiciales y sobre las causas que originan el penoso estado de cosas en el que nos encontramos. Lo único que se admite es que la ley no es una panacea, y que a base de normas no se paran los asesinos. Pero no se reconoce que hace cuatro años se vendió la idea de un corte radical con una historia maldita que hoy representa una enorme frustración.

Las contundentes cifras de este año, que el doble crimen de Salt acaba de poner de actualidad, vienen a decir que el camino emprendido no es el correcto. Pero todo el sistema mediático que protege el pensamiento único ya empezó a funcionar para que nadie reconozca un error, para que todo el mundo pida paciencia, para que la culpa recaiga en la escasez de medios, y para que, no pudiendo medir el éxito en función de las muertes evitadas, se mida en relación con las denuncias presentadas, los destierros decretados y las pulseras implantadas.

La desviación que rige el modelo es que una sociedad justa e idílica, como la nuestra, está entreverada por cuatro malvados que disfrutan matando y suicidándose, y que por eso hay que plantear la cosa como una cacería de serpientes venenosas a las que hay que ganarle la maniobra -de forma civilizada- antes de que nos piquen. Pero yo creo que no es así, y que, al margen del cupo de locos y asesinos que nos toca por millón de habitantes, tenemos graves fallos estructurales y mal diagnosticados que alimentan esta ola de sangre que nos ahoga. La vigente ley, que no ha erradicado ninguna de las causas del problema, está agravando ciertos desajustes. Y, aunque lo que se tiene por correcto es decir que todo va de maravilla y por la senda prevista, las mujeres siguen muriendo como antes, en medio de un desorden moral y jurídico que nadie quiere analizar, ni reponer.

viernes, 11 de junio de 2010

RESPUESTA A HENRY.LEVY / GAZA

ELPAIS

RAQUEL MARTÍ (Directora ejecutiva del Comité Español de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados de Palestina (UNRWA)) 11/06/2010

Escribo en respuesta al artículo de Bernard- Henri Lévy publicado en EL PAÍS el 8 de junio. UNRWA es una institución humanitaria y, por tanto, no se pronuncia sobre los detalles del ataque a la flotilla de ayuda a Gaza que se afirman en ese artículo. El Consejo de Seguridad de la ONU ha reclamado, sin embargo, una investigación inmediata, independiente y que cumpla la normativa internacional.


En cuanto a los aspectos humanitarios reseñados en el artículo, quisiera desmentir que el bloqueo impuesto por Israel sobre la franja de Gaza concierna únicamente a las armas, como sostiene Bernard- Henri Lévy. Por el contrario, el bloqueo se aplica a una amplia lista de suministros que incluye el material humanitario.

Con anterioridad al inicio del bloqueo (junio de 2007) la media semanal de camiones con mercancías que entraban en Gaza era de 2.807, mientras que en la actualidad se permite únicamente la entrada de una media semanal de 500. Además, Israel solo autoriza la entrada del 35% del combustible industrial requerido para el funcionamiento de la central eléctrica de Gaza, así como el 53% del gas necesario para cocinar. Por otro lado, solo se ha permitido introducir un volumen reducido de materiales de construcción a pesar de la masiva destrucción causada por el bombardeo israelí de hace ya más de un año. La prohibición de entrada de materiales de construcción afecta igualmente a las Naciones Unidas y a las infraestructuras que destina a la población refugiada de Palestina.

En la conferencia de Sharm el Sheij después de la Operación Plomo Fundido, la comunidad internacional comprometió 4.500 millones de dólares para reconstruir la franja. El bloqueo de Israel está impidiendo cumplir con la voluntad expresada por la comunidad internacional.

Como consecuencia del bloqueo y según las estadísticas de la ONU, más del 70% de la población padece inseguridad alimentaria, más del 40% está desempleada y el 80% depende de la ayuda internacional. Tres cuartas partes de los edificios destruidos durante la ofensiva israelí del año pasado continúan en ruinas debido a la prohibición de introducir materiales de construcción.

El bloqueo es ilegal y contraproducente y solo puede fortalecer el extremismo. Si el autor está tan preocupado por el destino de Israel, debería de abordar la cuestión de cómo sirve a los intereses de Israel tener a 1,5 millones de personas bloqueadas, privadas de libertad y frustradas a tan corta distancia.

HöRE, ISRAEL, Erich Fried

Höre, Israel

Cuando fuimos perseguidos
fui uno de vosotros,
¿cómo seguir siendo
cuando sois perseguidores?


Anhelo vuestro fue
ser como los pueblos
que os asesinaban.
¡Ya sois como ellos!


Habéis sobrevivido
a quienes os torturaban.
¿No pervive hoy
su tortura en vosotros?


Erich Fried - Poeta austriaco y judío, Premio Nacional Austriaco de Poesía y conocedor de la represión del nazismo: su padre fue asesinado por la Gestapo

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