a torre vixía
Consejos da que para ella no tiene
- Fecha de publicación:
- La Voz de Galicia, Lunes 04 de julio de 2011
Hillary Clinton, secretaria de Estado del Gobierno Obama, llegó a España cargada de consejos y recetas contra la crisis, y, haciendo gala de la mentalidad de país escogido por Dios para salvar al mundo, sacó esos consejos de los despachos -donde pueden tener algún sentido y revestir la forma de intercambio de ideas y estrategias para la colaboración- y los llevó a la calle, donde suenan a admonición jerárquica hecha desde la potencia dominante al protectorado dominado. Por si esto no fuese suficiente, las autoridades españolas implicadas en la visita, desde el rey abajo todos, se comportaron con la paleta solicitud -decir servilismo sería exagerado- que es habitual por estos pagos siempre que huele a Casa Blanca. Así que incluso yo, que no soy nada remilgado para estas cosas, me sentí molesto.
Estados Unidos es el lugar del mundo por el que rebosó la gota que desencadenó la actual crisis. Y aunque esto no es importante, porque la leña de la hoguera estaba acumulada en todas partes y la chispa se hubiese producido antes o después en cualquier otro lugar, la banca americana -y esto sí que es grave- se dedicó durante mucho tiempo a exportar la crisis mediante el uso de material financiero gravemente contaminado. Para que tal cosa fuese posible mintieron y falsearon sus cuentas los banqueros; fue tolerante -¿o cómplice?- la Reserva Federal; y colaboraron a base de embustes y medias palabras las agencias clasificadoras y las publicaciones que funcionan como biblias de la economía. ¿Se puede ir más allá?
Pero el país de la señora Clinton no es solo el origen de la crisis. También es el país de la deuda desbocada (14 billones de dólares), que merced al abuso de la máquina de billetes y al largo privilegio de poseer la única moneda de reserva que había en el mundo, consiguió exportar a todas partes. Y Estados Unidos es, lo acaba de decir Obama, el país que ya no puede sostenerse sin seguir aumentando la bola de déficit (1,4 billones de dólares en el último ejercicio fiscal) que amenaza su economía. Por eso le da proído la autonomía del euro; por eso necesita la complicidad permanente de China; y por eso sigue siendo la bomba económica que va a provocar mediante el colapso del sistema internacional de pagos el siguiente y más grave período crítico.
Así las cosas, Hillary Clinton pudo evitarse los consejos que para ella no tiene, y dejar que resolvamos nuestro problema, como mayorcitos que somos, o que nos dé consejos la UE, de la que formamos parte y de cuyos defectos y virtudes participamos libremente. Para ser correcta le hubiese bastado hablar en plural de las recetas que todos necesitamos, o estar calladita, que está más guapa. Y así se lo digo, sabiendo que me lee a diario, para cuando vuelva otra vez: no des consejos, amiga Hillary, que para ti no tienes.
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