Correspondencias /Daniel Gómez Cañete (en Diarios de Arcadi Espada)
Otra de esas afirmaciones repetida incesantemente hasta que se vuelve tan común que nadie se molesta en comprobarlo: “en España hay una moratoria nuclear que prohibe la construcción de nuevas centrales”.
El último en caer en la trampa, tú:
“Desde la moratoria nuclear decidida por Felipe González (que ha cambiado ahora, radicalmente, su punto de vista y se muestra favorable a la energía nuclear) las opciones energéticas españolas no están claras y el abastecimiento de agua requiere un plan (por ahora, inexistente) de centrales nucleares o térmicas.”
En realidad la moratoria afectó a cinco centrales, que se quedaron a medio construir, y aparte de su paralización, su único efecto vigente es que aún estamos pagando las compensaciones a las eléctricas por ese parón nuclear. Lo que poca gente sabe es que de no haber paralizado su construcción, muy posiblemente las eléctricas hubiesen quebrado. Hagamos memoria (en mi caso, más bien hemeroteca…). Corrían mediados de los 80, las previsiones del crecimiento del consumo eléctrico se habían desplomado por la crisis económica, y los tipos de interés y las finanzas nucleares iban a quebrar a las eléctricas, ver declaraciones de Carlos Solchaga a El Siglo del 25/9/2005:
““El 6 de Mayo de 1983, el gobierno del PSOE firmó el Protocolo de Acuerdo de las Empresas Eléctricas … se introdujo y se valoró todo el sistema de bonificaciones … y se decidió que el 50% del aumento en las tarifas se habría de dedicar al saneamiento financiero del sector que, sencillamente, estaba quebrado.”
Para evitarte la lectura de un par de leyes españolas sobre energía (especialmente la Ley Piqué del 97 que recoge en su preámbulo que el estado no se reserva ningún derecho en la instalación de potencia eléctrica y que el mercado está liberalizado), te recomiendo la lectura de la sección “Moratoria nuclear” (pag 181) del “Manual de tecnología nuclear para periodistas”
(http://www.foronuclear.org/pdf/manual_tecnologia_periodistas.pdf), editado por el Foro Nuclear, que representa al lobby nuclear español. Pero ayer mismo la presidenta del Consejo de Seguridad Nuclear lo confirmó en un chat con los lectores de El Mundo:
“5. ¿No cree que España debe levantar la moratoria y construir más centrales nucleares? Es un poco hipocrita no construirlas pero si comprarsela a los franceses. ¿Es viable mejorar la seguridad en las plantas actuales, y en las de futura construccion para evitar incidentes como el de la planta de Ascó?
En España no tenemos moratoria nuclear y se podrían construir nuevas centrales. Para que esto se lleve a cabo es necesario que haya un pacto social y esté de acuerdo el Gobierno, la sociedad y las empresas implicadas. Actualmente, las condiciones energéticas de España en términos de crecimiento, dependencia de suministro y costes de la energía están aconsejando que se aborde lo antes posible la construcción de nuevas centrales. Estoy de acuerdo contigo que comprar energía a Francia de origen nuclear y no construir centrales en España no es coherente. Las centrales están sometidas a una mejora contínua, sobre todo derivada de la experiencia operativa. El suceso de Ascó ayudará a ello.”
Es realmente curioso: el mito de la moratoria nuclear es utilizado como cortina de humo tanto por pronucleares como por antinucleares. A los primeros les sirve para no tener que dar explicaciones por el hecho de no querer presentar proyectos de nuevas centrales, a los segundos les sirve para tranquilizar a su electorado.
Aquí he escrito un artículo sobre más mitos nucleares:
Hay muchos más mitos, como el de la dependencia española de la energía nuclear francesa, en realidad le compramos un 2% de nuestro consumo, pero como vendemos electricidad a Marruecos y Portugal, el saldo final del intercambio eléctrico internacional es positivo para España desde hace al menos un lustro. En realidad, le hacemos un favor a Francia comprando su energía nuclear nocturna, con tantas centrales, difíciles de parar o modular su potencia, por las noches le sobra potencia que tienen que vender a alguien, y además muy barata…
Pero el verdadero problema de las nucleares es financiero: ningún banco quiere financiarlas, ninguna eléctrica quiere construirlas sino es con ayudas estatales y todo tipo de garantías. Es decir, en cuestiones nucleares, lo del mercado libre y la competencia no vale. Después de 50 años de actividad, una industria que no ha conseguido ser rentable por sí sola no me merece ningún tipo de confianza, y eso sin contar la falta de transparencia. La comparación es un poco forzada, pues no se puede comparar la gravedad de los incidentes, pero lo que une a Chernobil y a Ascó es el oscurantismo…
Saludos cordiales
Daniel Gómez
Asociación para el Estudio de los Recursos Energéticos
martes, 9 de noviembre de 2010
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